En la isla de Santa Lucía, decidimos establecer nuestras propias plantaciones de moringa. Encontramos el lugar perfecto con el suelo perfecto. El Caribe es conocido por su suelo volcánico, por lo que nuestra moringa contiene aún más nutrientes. Mientras llegamos a la planta de moringa, nos costó mucho trabajo. Tuvimos que limpiar las plantaciones y ajustarlas para el cultivo. Al final, lo logramos y así fue la siembra de nuestras primeras moringas.
Nuestro primer encuentro con el Caribe y al mismo tiempo con la moringa. Conocimos la moringa en la isla de Santa Lucía. Es una planta inolvidable, cuyos efectos nos fascinaron desde el primer momento. Por eso decidimos cultivarlo en esta isla.